sábado, 21 de marzo de 2009

Un día atareado...

¡Buenas! Ayer día 20 de marzo de 2009 fue un día productivo. Hice montón de cosas, desde realizar un trabajo para la universidad hasta ir de compras. ^^

El día comenzó como cualquier otro en el que te levantas tarde (a eso de las 10.30 de la mañana), porque ya sabes, quien tiene buena noche no puede tener buen día, pues esto no es necesariamente así. Nada más levantarme recibo una llamada de mi amigo almeriense que me comenta de ir a desayunar al bar de enfrente del Colegio Mayor, imposible negarse a tal oferta nos vimos ahí después de una ducha caliente mañanera. Nos pedimos un café y un par de sandwiches, y estuvimos toda la mañana en el bar hablando de diversas cuestiones, de entre las que se encontraba el tema de ir al casco viejo a realizar la práctica de CIE IV, que consistía en hacer una descripción de una calle de la ciudad de Pamplona.

Quedamos a las 4.30 para coger la guagua al centro pamplonico, muy emocionados, ibamos a la aventura, rara era la vez que habíamos tocado esa zona de la ciudad, ya que hasta ayer considerábamos que tenía poca cosa. Debíamos escoger entre las calles de Monjardín, Florencio Ansoleaga y la Avenida Marcelo Celayeta. Ansoleaga fue la seleccionada porque consideramos que de entre las tres, era la que se encontraba más metida en el casco viejo, con lo cual sería más bonito describirla.

Llegamos al parque de San Francisco de Asis, un parque precioso, dos filas de cerezos toman las limitaciones del parque, con el viento se mecían y las hojas caidas volaban por todo el parque llenándolo de un aroma limpio y fresco; un parque infantil, con sus columpios y la manada de niños jugando y correteando por doquier. ¡Comienza la aventura! Sacamos la cámara de fotos, libreta, bolígrafo, y a escribir sea dicho, mientras andabamos por la calle, parándonos en los edificios que tuvieran algo que nos llamara la atención, escribíamos con todo detalle lo que teníamos frente a nuestros ojos. De todo lo que entraña la descripción, para no aburriros, he escogido un par de elementos que impresionaran. Lo primero, como siempre que paso por el casco viejo, es el lio de cables que tiene ahí montado, estos recorren las paredes de los edificios, no a demasiada altura, pero curiosamente no es algo que empobrezca la visión que tienes de la ciudad, es una sensación extraña, cuando lo ves entiendes que forma parte del propio casco, quiero decir que si no estuvieran se notaría su falta. Nada mas entrar en calle vimos en el edificio de la Cámara de Comptos de Navarra, que según el tablón informativo que había en la puerta es el único edificio de la ciudad pamplonica de origen gótico civil, construida a mandato de Carlos III en el siglo XII para controlar desde ahí las finanzas de la ciudad.

Llegó un momento en que Ansoleaga se dividía en 2 angostas y sinuosas calles, y está división se apreciaba gracias a un edificio con varios pisos, cuyos balcones estaban llenos de macetas de color verde, no pudimos contarlas porque eran demasiadas y dañaba la vista, pero haciendo un poco de cálculo a ojo podríamos decir que llegaban fácilmente a las 100 macetas. A medida que te adentrabas en la calle empezabas a notar el deterioro que estaba sufriendo el casco viejo, el asfalto estaba levantado en algunas zonas, las aceras hundidas dejando entrever las cloacas en un inmensa oscuridad, y las paredes erosionadas por el fuerte viento que corría por las calles. La calle terminaba con la unión de Ansoleaga y San Saturnino, en cuyo extremo se encuentra la Iglesia de San Cernín, construida en 1297 en honor a Saturnino, el primer evangelizador que hubo en la ciudad allá por el siglo III.

Nos sorprendió bastante como la gente de la calle nos miraban incómodos con nuestra presencia, en algunas ocasiones con cara de asco en sus rostros. Esto se demostró cuando vimos un cartel grande en euskera que ponía "Maldiko Zaldiko", intrigados por el significado de este preguntamos a dos señoras que salían de un portal, ellas nos ignoraron de mala manera, una actitud totalmente borde y menospreciable bajo mi punto de vista, de hecho solo les faltó escupir al suelo y maldecirnos. Después de tan extraña experiencia, mi amigo almeriense y yo decidimos no hacer las entrevistas que teníamos pensado hacer a la gente del lugar. A todas estas, en la historia que os acabo de contar solo ha pasado una hora, para que comprendan cuan productiva fue la tarde.

Contentos con nuestro trabajo, volvimos sobre nuestros pasos, y nos dimos una vuelta por el casco viejo, concretamente en la zona de tiendas. Estuvimos mirando tiendas, cosas que nos gustaban, cosas que no podíamos comprar porque nuestro presupuesto es considerablemente limitado. Encontramos una tienda donde vendían cachimbas, llevabamos ya bastante tiempo queriendo comprar una para amenizar alguna que otra tarde, de modo que la compramos. Aquí pasó otras hora más.

No sabría decir como lo hicimos, pero volviendo al Larraona encontramos el bar Gaucho, del que ya he hablado en anteriores entradas, obviamente llegamos perdiéndonos, ¿quién lo iba a decir?. Encantados con el tiempo soleado que hacía, la autosatisfacción que da el hacer un buen trabajo, la sensación de no haber tirado el dinero en algo inútil como de costumbre sino en algo provechoso, entramos al bar. Sé que es lo que esperan... ¡Fuá! Si señoras y señores, dos tostadas de foie y dos cañitas de refrescante cerveza, y mi amigo almeriense y yo comenzamos a divisar las estrellas.

Llegamos finalmente al Colegio Mayor y, como era de esperar, de cabeza a probar la cachimba, tuvimos a dos invitados con nosotros, un amigo tinerfeño y otro amigo malagueño. Colocamos todas las piezas en sus correspondientes sitios, tabaco de menta, aluminio, piedra de carbón, y empezamos a fumar. Haciendo una parada para cenar, nos tiramos en la habitación toda la noche fumando shisha, tras la menta probamos con el melocotón, incluyendo un poco de whiskey. A la 1 de la madrugada nos fuimos cada uno para su cuarto, con una sonrisa de oreja a oreja, y muy muy relajados. Lo que se dice "un buen día".

PD: Aprovecho este post para animaros a leer el blog creado por mi amigo almeriense, http://suenaenlapared.wordpress.com, está dedicado a la música, concretamente a los nuevos movimientos musicales.

Una vez en mi mente... tuve un día productivo...

martes, 17 de marzo de 2009

Prácticas CIE III

El tema de la cuarta práctica de CIE era el de describir a una compañera del propio grupo de prácticas. Alba Cirauqui González fue la escogida para ser descrita por mí. Espero que le haya gustado y espero que os guste. ^^

Princesa en letras

Había una vez una princesa, señora suprema de su mundo. Nacida en estos tiempos que corren en el pueblo de Miranda de Arga, aunque su residencia formal permanecía en la ciudad de Pamplona. Ella escapaba ocasionalmente a su tierra natal en busca de consuelo por los días perdidos.

Sus ojos, oh sus ojos, melancólicos, sumamente expresivos, de aguas cristalinas inundan tu mente con un sueño, un mundo de sensaciones en el que te sumerges apenas sin pensarlo, en ellos ves inocencia, cariño, belleza, todo esto supeditado por la imagen que es obligada a tomar frente a otros mundos ajenos al suyo. Melena cuidada de cabellos oscuros, misteriosos, reflejan la luz durante el día, dando una impresión de mechones dorados, negros en la noche, con la tenue luz lunar como única distinción con un pozo ancho y profundo. Tez blanca de ultratumba, su silueta se dibuja en curvas sinuosas que engañan al más valeroso de entre los pretendientes. Una princesa de cuento de hadas, bella, pasional, altiva, disciplinada, pero sobretodo, soñadora.

Esclava de la moda se oculta bajo un pantalón vaquero, bastante prieto para reafirmar así su figura, y camisetas sencillas para no llamar la atención. En la lujuriosa oscuridad de la noche viste unos lujosos trajes, acompañados por unos tacones altos que la estilizan y afianzan como princesa de su mundo, en palacio todo debe estar perfecto y por supuesto, ella debe estarlo. Sus aposentos, de colores amarillos y azules, de desorden visible, presentan gran cantidad de elementos decorativos, fijan su personalidad, su verdadera personalidad. Una tortuga de tierra doméstica hace las veces de confesor, un súbdito fiel conocedor de sus alegrías y sus desgracias.

Ella dedica las pocas horas de verdadera libertad que le permiten al balonmano y a los coches. Un Opel Astra la conduce a los más recónditos rincones del reino, ya desde joven comenzó a practicar para poder valerse por sí misma, sin depender, en primer término, de nadie. Al cumplir la mayoría de edad, lo primero que hizo fue sacarse el título que le permitía sobreponerse al resto de princesas y príncipes de otros reinos, aún sumergidos en el sueño de su adolescencia. Aunque no amaba los deportes, ella jugaba al balonmano cuando tenía edad para ello, pero ya sabemos lo que pasa, una princesa no debe dañarse ni ser dañada, a fin de salvar su futuro reinado abandonó aquello que le gustaba, dejando un gran vacío tras de sí.

Su Rey y su Reina, su madre y su padre, su familia, dueños a tiempo parcial de su existencia, poseedores de un gran conjunto de escuelas dedicadas a la enseñanza del automovilismo. Su Rey, nacido en Funes, y su Reina, de su mismo pueblo natal, Miranda de Arga. Decir queda que no es de extrañar que, teniendo unos padres dedicados a apoyar la salida del nido de los hijos, nuestra princesa se maneje bien en estos asuntos.

La princesa es una musa, y el piano es su glorioso instrumento, cautivaba a todos los sirvientes de palacio con su grácil melodía. Por desgracia todo acaba, y en este caso solo conservamos el recuerdo de aquella gloriosa época, pues su instrucción en el arte musical fue frenada por otros quehaceres, el piano le ocupaba demasiado tiempo que podría dedicar a otras tareas.

De todos es sabido que la vida es más corta de lo que desearíamos, pero, ¿No es la práctica de un instrumento, el reflejo de un alma, la expresión de un sentimiento, una sensación de que, aunque esa vida sea corta, la estamos aprovechando lo máximo posible, la estamos viviendo fervientemente?

Víctima de la cultura musical nocturna, le gustan la música electrónica, como el house, y la pachanga. Bailarina experta goza de todas las ventajas que le permite la noche, aunque evita, en la medida de lo posible, la ingestión de alcohol en grandes cantidades, porque a nuestra princesa le disgusta no ser plenamente consciente de sus actos. Vive la fiesta, pero manteniendo sus propios principios a flor de piel, siempre orgullosa y disciplinada. Atónitos quedan nuestros congéneres cuando su delicada figura acaricia el cargado aire del salón de bailes, su sonrisa, blanca y pura, sus ojos azules, tientan a acercarse a ella, como la sonata de una sirena.

Cuenta de ella que se codea con altas figuras de reinos vecinos, de diferente índole, el gusto está en la variedad. Hombres, como cualquier otro, capaces de protegerla cuando ella es incapaz de valerse por sí misma, un juego vicioso en el que se aprende a ganar, a perder, a recordar y a olvidar.

Todavía permanece en su memoria el día en que, con cara de desilusión, tuvo que entregar a sus reyes las calificaciones del último obstáculo antes de su vida adulta, segundo de Bachillerato. También recuerda el día que realizó el examen que le abriría todas esas puertas, aunque con gran presión, asustada, la hija de los dueños de una autoescuela no puede permitirse el lujo de suspender un examen de conducción.

Pero no todos son malos momentos, cuando se siente triste recuerda aquel verano, en el que nuestra princesa y sus amigas fueron a la ciudad de Salou a celebrar que había acabado el curso definitivamente. Una sensación que todos conocemos, de regocijo, de satisfacción, enorgullecimiento. La libertad que experimentó durante el viaje no tenía parangón, podía hacer lo que quisiera cuando quisiera, se sentía por primera vez dueña de su tiempo, de su mundo, de su destino.

Recientemente bohemia, ella soñaba con viajar, irse lejos, conocer otros mundos, otras personas, conseguir experiencia de la vida y vivirla como ella quería. Escasos tres años la separan de su sueño, tres años de hacer lo que otros ya han hecho para aprender a volar, libre. Así es ella, Alba Cirauqui González, princesa de su propio mundo, y muy pronto, reina de su propia vida.


Una vez en mi mente... describí a una buena persona...

sábado, 14 de marzo de 2009

Nueva sección: Videoclip Musical

¡Nueva sección! Esta consistirá en la publicación de un videoclip musical que me haya impresionado.

La canción escogida para inaugurar esta nueva sección de mi blog es "1, 2, 3, 4" del grupo Plain White T's. Gracias a mi amigo Luis González por enseñarmelo. ^^



Plain White T's - 1, 2, 3, 4

1, 2, 1, 2, 3, 4

Give me more lovin' than I've ever had
Make it all better when I'm feelin' sad
Tell me that I'm special even when I know I'm not

Make me feel good when I hurt so bad
Barely gettin' mad, I'm so glad I found you
I love bein' around you
You make it easy, it's as easy as 1, 2, 1, 2, 3, 4

There's only one thing to do
Three words for you I love you
There's only one way to say
Those three words and that's what I'll do, I love you

Give me more lovin' from the very start
Piece me back together when I fall apart
Tell me thing you never even tell your closest friends

Make me feel good when I hurt so bad
Best that I've had, I'm so glad that I found you
I love bein' around you
You make it easy, it's as easy as 1, 2, 1, 2, 3, 4

There's only one thing to do
Three words for you I love you
There's only one way to say
Those three words and that's what I'll do, I love you
I love you

You make it easy, it's easy as 1, 2, 1, 2, 3, 4

There's only one thing to do
Three words for you I love you
There's only one way to say
Those three words and that's what I'll do, I love you
I love you

1, 2, 3, 4
I love you
I love you

Una vez en mi mente... solo tenía una forma de decirte que te quiero...

viernes, 13 de marzo de 2009

Prácticas CIE II

Aquí está la segunda práctica de la asignatura. Esta trataba de describir el lugar en el que paso más tiempo en mi vida universitaria. ¿No lo adivinais? Una pista, no es un bar, no es mi cuarto, obviamente no es la universidad, seguro que ya lo sabes... es el piso de unas compañeras de clase. ^^

Turismo constante

El lugar en el que paso más tiempo durante mi vida universitaria, curiosamente, no es ni mi cuarto, ni la facultad, ni la biblioteca, ni ningún bar, sino un piso.

Este está situado detrás de la Librería Gómez que se encuentra en la Avenida Pío XII y es un octavo E. El piso pertenece a unas compañeras de clase que conocimos en las prácticas de Documentación Informativa, y desde el primer momento conectamos, enseguida nos invitaron a mí y a unos amigos a pasar la tarde en su morada y tomar algo.

Todo fue tan bien entre nosotros que, finalmente, nos hicimos amigos, teniendo como “cuartel general” el piso. Este refugio consta de un amplio salón en el que pasamos las horas viendo la tele y planeando los ratos libres que nos permiten nuestras obligaciones, una cocina modesta, sin demasiados utensilios, pero siempre con mucha comida, alguna vez me ha tocado cocinar a petición popular, dos baños llenos de cremas y pinturas, es el piso de cuatro mujeres así que no hay de qué preocuparse, y por último los cuatro dormitorios donde mis adorables amigas descansan de aguantarme todo el día.

Como ya mencioné, el salón es el lugar en el que más tiempo paso de esta casa. El primer elemento es una mesa de estudio lo suficientemente grande para que podamos reunirnos todos los de la “cuadrilla” y algún invitado ocasional, el segundo es una estantería de madera decorada con infinidad de botellas de alcohol vacías, para que se haga una idea de lo que hacemos ahí dentro. Para perder el tiempo tenemos dos sofás alineados mirando hacia el televisor, que recoge multitud de canales para el entretenimiento de los espectadores, incluidos canales alemanes e italianos, y una mesilla central. El resto del salón es un pequeño hueco tras los sofás en el que colocan el tendedero, y al exterior la terraza, que es bastante grande y da directamente a la Avenida Pío XII.

La cocina es con seguridad la segunda habitación a la que dedico más tiempo, centro de tertulias sin sentido y desmadre culinario. Ya comenté que, a petición popular, había cocinado alguna vez en esta cocina, y es que cada cocina es un mundo, pero esta está bastante bien a primera vista. Un horno, una vitro, una nevera, un lavaplatos, lo típico que una cocina debe tener para poder defenderse en ella.

Tercero, aunque no menos importante, es la habitación de una de las dueñas de la casa. Cuando los antiguos dueños vivían en la morada, ese era el cuarto del hijo menor, así que no es de extrañar que la decoración sea un poco infantil, pero enseguida mi compañera lo ha redecorado con pósters y libros de otra índole. Esta habitación me hace mucha gracia, porque la lámpara que tiene en el techo, cuando enciendes el flexo de la mesa de estudio, tiene forma de tortuga, y no son paranoias mías porque todos lo hemos visto. De este modo el cuarto ha pasado a nombrarse el “Baluarte de Marco Polo”, baluarte porque parece un búnker antinuclear, y Marco Polo porque decidimos darle ese nombre a la “lámpara-tortuga”.

El piso, aparentemente de las dueñas del mismo, se ha convertido en una casa para todos nosotros, un lugar donde desahogarnos de las penas, un lugar donde refugiarse de todos los problemas, pero también un espacio para las sonrisas, para las carcajadas, para la amistad, y para el recuerdo.

Una vez en mi mente... hice de okupa en el piso de unas amigas...

Prácticas CIE I

Buenas a todos, he decidido colocar en mi blog las prácticas de la asignatura de Comunicación e Información Escrita (CIE), empezando por la primera, que trataba de describirse a uno mismo, falseando un poco para dejarlo bonito por supuesto. ^^

Paseando por mi ser...

Buenas tardes, soy Eduardo González Caballero, original de Las Palmas de Gran Canaria, nacido el 20 de Octubre 1988, lo que me hace tener 20 años a estas alturas de mi vida. Mi símbolo del Zodíaco es Libra, signo, creo yo, que por definición habla de mi persona con bastante certeza.

Soy una persona alegre y pacífica, mis allegados cuentan de mí que siempre tengo una sonrisa “pegada” en la cara y que tengo buena mano para ayudar a otras personas a resolver o sobrellevar sus problemas. Soy un hombre de muchas gentes, me refiero a que no paro quieto, siempre ando de aquí para allí con diversidad de gentes y personalidades de todo tipo, como dice mi padre, “hay que tener amigos hasta en el infierno”.

Soy buen cocinero, en mi casa la mayoría de las veces me hacen cocinar, o me pongo a ayudar a mi madre en la tarea, dice mi familia que heredé el “don” de mi abuela, aunque yo pienso que solo soy capaz de cocinar comida “estudiantil”, por lo menos hasta que me proponga nuevas metas culinarias. Me encanta ver el programa de Arguiñano por las tardes y alguna que otra vez he intentado hacer la receta, no todas con demasiado éxito, para que nos vamos a mentir. Me apasiona la cocina por dos razones, la primera es que me relaja, la armonía que se experimenta al estar en la cocina es inigualable, y la segunda es la satisfacción que me produce el saber que mi trabajo es bien recibido, y en algunas ocasiones elogiado.

En mi familia somos 7. Mi madre es de origen venezolano, ella se llama Montserrat Caballero González, es un extraño nombre para ser venezolana pero mis abuelos son españoles así que es evidente que nació cuando eran inmigrantes, por supuesto ella también tiene el “don” de la cocina, y es mi mentora en lo referente a las experiencias buenas de mi vida. Mi padre es canario de pura cepa, las hace de consciencia mía en lo que a estudios se refiere, su nombre es José Eduardo González Pérez. Mi hermano, Alejandro, tiene tres años más que yo y es, al igual que mi madre para lo bueno, él lo es para lo malo, me enseñó a beber alcohol, salir de fiesta, pero también me enseñó a relacionarme y por tanto le estoy muy agradecido, es la persona en la que más confío del mundo. Mis perros son Otto y Codi, el primero es un Samoyedo y tiene 10 años, el amor de mi corazón, el segundo es un Bichón Maltés, un demonio de perro, todo el día molestando. Yolanda es la persona que conoce todas mis andaduras, además de ama de llaves es mi confesora en prácticas, forma parte de la familia.

Aquí acabo hablando de mí, conocéis mis datos, mi orígen, mi pasión, y por supuesto mi familia, porque sin ellos no sería quien soy.


Una vez en mi mente... me describí a mí mismo...

lunes, 9 de marzo de 2009

Reflexiones...

Pues eso, hoy día 9 de Marzo del 2009 no hay más que reflexiones.

Después de una maravillosa mañana de 2 horas de clase (para que narices me levanto de la cama para dar 2 horas >.<), digamos que intento volverme un chico responsable, resulta que ya llevaba tiempo pensándolo y no quería admitirlo porque no creo que pueda volver a mi estado actual.

Me refiero a los lios amorosos, si señor, durante muchos años de mi vida me he dedicado a hacer lo que me daba la gana, saltando de mujer en mujer, huyendo del compromiso, lo que se dice "utilizarlas como objeto", no piensen mal, no es así, les tengo muchísimo respeto, pero es lo más parecido. Y es que el caso es que estos últimos meses he intentando, fracasando por supuesto, centrarme, he hecho todo lo posible por andarme con cuidado por los cuchicheos de clase, la fama que se me crea por ahí y demás, pero después de dos "palazos" exactamente iguales, no diré nombres ni situación, he decidido volver a mi antigua vida.

Desinhibir sentimientos y dedicarme a la vida salvaje, pero sobre todo estudiando, que ya toca. Me apena tener que hacerlo porque la verdad es que no se estaba tan mal, aunque recibieras por todos lados, pero veo que es la única manera que me queda de olvidar todo lo acontecido en mi actual vida personal, de la que no tengo intención de hablar públicamente en un blog, lo dicho, volveré a ser un "killer" como llaman aquí en el Larraona, por lo menos hasta que una mujer que me guste de verdad venga y se quede, pero no iré buscando el amor como hasta ahora.

Y es que las mujeres solo dan quebraderos de cabeza jajaja. Espero que ninguna se sienta ofendida por estos comentarios, todos son tópicos que se dicen cuando uno está especialmente pérdido.

Una vez en mi mente... di un paso atrás...

lunes, 2 de marzo de 2009

De pinchos por Pamplona...

Buenas, ayer día 1 de Marzo de 2009 comí como nunca había comido en la ciudad que regento por estudios.

Resulta que la familia de un buen amigo mio de Almería había venido a visitarle, por eso de que ambos vivimos en la otra punta del país no vienen a hacernos muchas visitas, y con gran ilusión me invitaron a cenar con ellos en su último día en la ciudad. Era el día del Barça-Atlético, con lo cual los bares estaban a reventar de gente, pero haciendo alarde de paciencia esperamos a que acabara el partido y sorpresa mía que, tras este, los bares quedaron prácticamente vacíos, de entre ellos al que íbamos a ir, el bar Gaucho, condecorado en varias ocasiones como el mejor bar de pinchitos de toda pamplona, cosa que uno sabe, además de por cultura general, porque exponen los diplomas recibidos en la pared del local.

Todo empieza de lujo, una cervecita para entrar en calor, un pincho de jamón serrano para abrir el apetito (hacía tiempo que no comía un buen 5 jotas) y a disfrutar de la velada. Seguido de este vinieron otros tantos de diversos sabores, un revuelto de hongos con hojaldre, uno de pasta de atun, tortilla, queso de cabra, y para el final lo mejor.

¡Fua! Ustedes no lo entenderan pero mi amigo el almeriense lo pillará a la perfección, si señores, mal escrito y deliciso hablo del Foie a la plancha, un pinchito de dioses con un sabor orgásmico que puso de vacaciones a todas mis papilas gustativas. Al coger el primer trozo de la tosta y llevarmelo a los labios sentí un escalofrío que me llevo al paraoxismo de la felicidad, una sensación que recorre con gusto todo tu cuerpo (eso es droga de verdad), buenísimo en definitiva. Tan impresionados quedamos con el Foie que nos sirvieron que no podíamos hablar de otra cosa que la experiencia vivida y seguimos hasta hoy, cuando ese recuerdo todavía perdura.

El resto de la noche fue genial, los padres super simpáticos conmigo a pesar de no ser de la familia, clara actitud del sur porque uno del norte me hubiera repudiado casi seguro, muy habladores y como no, unidos por los puñales, no puede faltar en ninguna familia las puyitas que se sueltan unos a otros con las cosas que hicieron mal en el pasado.

En definitiva, muchas gracias a la familia almeriense por su invitación y su tiempo, y al bar Gaucho por tan deliciosa velada.



Una vez en mi mente... tuve un orgasmo culinario...